Arqueología Pop

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Había un olor poco familiar cuando entró en su apartamento esa noche. Pero rápidamente se lo quitó de la mente. Agotado por un duro día de trabajo, se desplomó en su sillón de diseño de aspecto fantástico, pero que era cualquier cosa menos cómodo. A pesar de haber reconocido este hecho cientos de veces, aún le seguía irritando, pero siempre acababa llegando a la conclusión de que, a pesar de todo, le gustaba. Este monstruoso sillón de un color rojo intenso. Depositó las gafas en la mesa de cristal al lado de la silla y se frotó sus fatigados ojos. Al reflexionar sobre el día, los había tenido mejores, aunque también peores.

Qué más da. Ya era jueves, al fin y al cabo. Cuando escuchó un apacible sonido rítmico, acumuló la energía necesaria para investigar aquel extraño olor. Ligeramente molesto y lentamente se aventuró por el apartamento, que era demasiado grande para él. Guiado por su instinto, trató de encontrar el origen de esos extraños acontecimientos. Acabó en el cuarto de baño. Enseguida identificó el ruido, cada vez más perceptible, se trataba de gotas de agua. Alzó la mirada al techo. Habían salido unas humedades enormes en toda la pared. Impasible, se dio cuenta de que se debía haber roto una tubería en el piso de arriba. Mierda. Qué más da. Ya se ocuparía de ello más tarde. Volvió a frotarse los ojos fatigados.

Se sentó en el borde de la bañera y se quedó mirando a la pared distraídamente mientras se fijaba en las formas de las manchas de agua. En la parte superior de la pared, el papel pintado había empezado a despegarse. Había agua en el suelo. El olor del adhesivo de papel pintado le entró hasta el tuétano. Entonces se dio cuenta de que también se estaba despegando el papel por la parte de abajo. Tenía que haber ocurrido por la mañana temprano, cuando todos ya se habían ido a trabajar. Su vecino de arriba probablemente ni siquiera sería consciente de lo que estaba sucediendo. Distraídamente, empezó a raspar los bordes húmedos del papel pintado, como si se tratara de la etiqueta mojada de una botella, cuando de repente algo le llamó la atención. Vio restos de pintura azul de aerosol. Salió de su letargo y entusiasmado comenzó a seguir el rastro azul arrancando el papel de la pared.

Algunas zonas todavía estaban secas, así que se puso manos a la obra ayudándose con una esponja húmeda. Aparecieron más colores, revelando más fragmentos, letras y signos, símbolos quizás. Comenzó a raspar la pared frenéticamente, como si estuviera rascando los números ganadores en un boleto de lotería. Poco a poco, se las arregló para combinar varios fragmentos, como en un rompecabezas. ¡Había una A y una N dentro de un círculo, además de las palabras "libertad", "poder" y "nadie", claramente se trataba de lemas anarquistas! Y entonces poco a poco cayó en la cuenta. Esto habría sido una casa okupa, quizá a finales de los años 80. A pesar de que nunca había formado parte de ese ambiente, de ese tipo de activismo, se le vino instantáneamente a la memoria su juventud. Todo era un flujo continuo entonces. Un momento de grandes cambios.

De repente se le pasaron por la mente letras y melodías del baúl de los recuerdos. Sex Pistols, Einstürzende Neubauten, Joy Division, Blondie, The Smiths, Bowie – We Can Be Heroes, Just for One Day! Días sin preocupaciones. Enterrados poco a poco, capa a capa, año a año. Algo había desaparecido y redescubrirlo era tarea suya. ¡Había llegado el momento de cambiar de escenario!

Texto: szim

Solo para ti
Papeles pintados a juego