Verde como la hierba, un bosque frondoso o un olivar - el color verde siempre ha significado esperanza, la naturaleza y la fertilidad. Tener luz verde significa"¡Adelante!"; el verde es sinónimo de frescura. Se cree que el color verde posee cualidades relajantes y estimula la creatividad. En otras palabras: el verde parece ser totalmente positivo. Pero, ¿podría el color verde también ser mortal? ¿El "verde venenoso" realmente lo es?
Los artistas han utilizado el cobre para crear pigmentos verdes desde la antigüedad. Pero éstos eran bastante mediocres y tendían a desteñir muy rápidamente. A principios del siglo XIX, se descubrió por fin un tono de verde muy superior. Los químicos habían logrado crear un verde esmeralda brillante muy llamativo. El llamado "verde de Schweinfurt" o "verde de París" era un compuesto de cobre, ácido acético y arsénico. Esta pintura no sólo fue la preferida por Van Gogh, sino que también se convirtió en un componente común en el teñido de textiles y papeles pintados. Pero al poco tiempo, resultó ser peligrosa, pues tan pronto como el pigmento entraba en contacto con moho, se liberaba arsénico altamente venenoso, que posteriormente afectaba al sistema respiratorio. Esto dio lugar a síntomas como dolores de cabeza terribles, erupciones cutáneas, debilidad, cansancio y confusión mental.


El arsénico, el veneno preferido de los galanes en las películas de suspense, fue pronto protagonista y motivo de especulación. Desde la década de los 60, ha existido la sospecha de que la muerte de Napoleón en la isla de Santa Elena fue causada por el papel tapiz verde de su dormitorio. Según otra leyenda, el poeta alemán Friedrich Schiller muere prematuramente debido al papel pintado verde de su morada.

La verdad es que la cantidad de arsénico que emana de la decoración para paredes es poco probable que hubiera sido suficiente para causar la muerte, además Schiller murió en 1805, antes de que el "verde de Schweinfurt" se empleara en la fabricación de papel pintado. En 1844, se determinó que el acetato arsénico de cobre era tóxico, y se prohibió su uso en los textiles y tapices en 1879.


Afortunadamente, en la actualidad podemos confiar en la normativa sobre salud y seguridad, y por tanto beneficiarnos de las características visuales positivas del color. ¿Quién no disfrutaría de un hermoso paisaje de frondosos campos verdes?, ¿a quién no le inspiraría la naturaleza?


Un verde claro o brillante confiere un aire primaveral a tu salón o dormitorio. Un verde oscuro da sensación de elegancia y opulencia en una habitación, y un verde menta proporciona frescura a tu cuarto de baño o estudio. Los accesorios de color azul claro, rosa o rojo se acentúan y destacan con un fondo verde. Y las paredes verdes también se pueden combinar muy bien con tonos dorados, amarillos y naranjas.


Sé valiente y adorna tus paredes con verde. Al fin y al cabo, hasta el eminente poeta alemán Goethe dijo: "Cuando uno ya no puede seguir adelante, y uno ya no va a seguir, el verde es el mejor color para las habitaciones en las que pasamos la mayor parte del tiempo." (Goethe, Johann Wolfgang: Zur Farbenlehre, 1810)
