La suave arena caliente por el sol bajo los pies, el suave murmullo de las olas en los oídos y, en la piel, la suave brisa marina. A lo lejos, escuchas a las gaviotas mientras disfrutas de la playa desierta. El cielo encendido en diferentes tonos rojos a medida que el sol se aproxima al horizonte.
¿Kitsch, cine o realidad? ¿Un momento Hollywood? ¿Una suave representación de la realidad alejada del turismo en masa y los grandes hoteles? ¿Un cliché usado en exceso? ¿Una fantasía preparada e ideada por estrategas publicitarios? ¿O simplemente la versión romántica de la fiesta perfecta?
Desde lejos, esta ilusión probablemente parezca un sueño maravilloso, uno que podría proporcionar una distracción bienvenida, mientras contemplas por unos instantes la ventana de tu oficina salpicada de gotas de lluvia, antes de que te entre otro email, suene el teléfono o comience tu próxima reunión. A pesar de que esta es la cotidianeidad para muchos de nosotros, hay quienes tienen el privilegio de disfrutar a diario de ese escenario que acabamos de describir. Y no sólo durante dos semanas al año, sino siempre y cuando les parezca.
Allá, en la costa oeste de los EE.UU. Una hermosa casa en la costa del Pacífico, en la soleada California. Esas solitarias playas de arena existen realmente. Ahí es donde unos pocos privilegiados están viviendo el sueño. Una de esas personas es la famosa diseñadora Nora McNeely Hurley. Junto a su esposo, Michael Hurley, es la propietaria orgullosa de una casa de playa en Montecito, en el condado de Santa Bárbara. A juzgar por el buen gusto del interior de su vivienda, la pareja debe pensar que la idílica costa que se puede observar desde sus ventanas no es lo bastante sublime. En el interior de su casa se reflejan del modo más exuberante los temas oceánicos.
Los visitantes pueden perderse en una paleta completa de todos los tonos de azul imaginables −desde el púrpura hasta el turquesa− un verdadero viaje submarino por encima del nivel del mar. Sobre el papel pintado azul celeste con magníficos diseños florales se encuentran innumerables imágenes que narran historias marinas, un espejo en forma de banco de peces, corales, conchas y habitantes marinos de todas las formas y tamaños decoran las mesas y estantes.
Fundas de cojines mullidos, pieles de animales y alfombras reminiscencia de un lecho del mar cubierto de musgo y que proporcionan una sensación de confort y bienestar. El ojo queda extasiado con todo lo marino. Y ahora TÚ puedes recrear ese ambiente, ya que gran parte de lo que puedes encontrar en las paredes de Nora McNeely Hurley representa el amplio espectro (así como una exclusiva selección) de nuestra gama de decoración para paredes. ¡Después de todo, la diseñadora adquirió todos sus papeles pintados de nosotros!
Así que adelante, crea el mundo de tus sueños en tu propio hogar. ¡Decora, diseña y embellece con papel pintado! Y olvídate del trabajo al final de un largo día. No tienes que vivir en California para lograrlo, los que carecen de medios sencillamente pueden inspirarse en el estilo de vida playero y trasladarlo a sus hogares. ¡Tu imaginación no tiene límites!
Texto y fotos: szim
