Presencia animal en el diseño: de las pinturas rupestres al papel pintado

Presencia animal en el diseño: de las pinturas rupestres al papel pintado

Desde que los seres humanos han vagado por la Tierra, han decorado sus moradas con el fin de personalizarlas. Desde el principio, los animales desempeñaron un papel importante en términos de decoraciones. El diseño de paredes experimentó una enorme transformación a lo largo de los siglos, no solo en cuanto al significado e importancia, sino también en términos de materiales y métodos. Desde pinturas rupestres, pasando por elaborados tapices, hasta el papel pintado, vamos a explorar este desarrollo más detalladamente.

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El arte en cuevas

Las pinturas rupestres datan del Paleolítico superior, hace unos 40.000 años. Los ejemplos más antiguos se encontraron en la cueva de El Castillo en España, en la cueva de Abri Castanet o Chauvet en Francia. Y los pueblos indígenas de Sudáfrica o Australia siguen practicando la pintura rupestre. La ciencia ofrece una serie de teorías sobre por qué los antiguos comenzaron a pintar en las paredes de sus viviendas. Algunos piensan que la finalidad de estas pinturas es crear una conexión entre la vida y el más allá, una especie de homenaje a los antepasados. Otros, sin embargo, son de la opinión de que su propósito era describir experiencias. Que las pinturas eran un modo de transmitir información a las generaciones posteriores. No obstante, ambas teorías parecen estar de acuerdo en un punto: que las pinturas rupestres no eran arte por el arte. Los mamíferos estaban entre los motivos más populares: bisontes, caballos salvajes, uros, ciervos, leones o mamuts. Otros animales, como los peces, aves o insectos, eran menos comunes. La pintura no se aplicaba a la pared de la roca de una manera aleatoria, sino que los "pintores" analizaban la estructura de la roca y la usaban para conferir a sus personajes profundidad y carácter.

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Tapices como decoración para paredes

Se usaban pieles de animales y mantas de lana para cubrir las áreas con corrientes de aire y mantener el calor dentro de los aposentos. Esto dio lugar al desarrollo del tejido, una de las artes más antiguas del planeta. Existen indicios de que se empleó el tapiz en el Antiguo Egipto, y también se pueden encontrar imágenes de telares en cerámica de la Antigua Grecia. Si bien, el verdadero apogeo de los tapices tuvo lugar en la Edad Media. No sólo eran útiles y funcionales, sino que estos grandes e ingeniosos tejidos también relataban historias. Además de la repetición de patrones, contenían flores, animales, escenas religiosas o de batalla, etc. Los nobles encargaban obras especiales de tapicería para celebrar y exaltar sus vidas y virtudes. Los animales aparecen a menudo a lo largo de los bordes, como elementos repetidos que enmarcan una escena. En las escenas de caza, sin embargo, ocupaban el centro del escenario. Los tapices son a menudo especialmente cautivadores por su gran detallismo. Los tejedores talentosos dotaban de un tremendo realismo a los detalles. Y estas obras no eran a pequeña escala, a menudo cubrían grandes superficies. Muchos de estos tapices todavía se pueden admirar en castillos y museos. Atraen la mirada y encandilan al observador.

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El papel pintado sustituye al tapiz

Los papeles pintados fueron creados por primera vez en Oriente y gradualmente sustituyeron a los tapices. Estos últimos eran a menudo muy valiosos, de modo que los nobles se los llevaban con ellos cuando viajaban, dejando tras de sí paredes frías y sin adornos. Esto era, por supuesto, bastante antiestético, por lo que pronto se propusieron alternativas. Los primeros "papeles pintados" fueron confeccionados con cuero y pergamino. La decoración para paredes con base de papel que se pega a las paredes se introdujo en el siglo XV. Se trataba de trozos de papel que se imprimían de una manera más o menos elaborada y se pegaban a la pared. En el siglo XVI, llegaron hasta Europa los papeles pintados de China. Esto estimuló especialmente a los ingleses y franceses a crear sus propias versiones. Hasta el siglo XVIII, los patrones se imprimían en el papel a mano, hasta que se introdujeron los procesos industriales. La primera imprenta para papel pintado abrió sus puertas en Alemania en 1789. En lo relativo a la elección de patrones, los fabricantes fueron influenciados por los ideales y gustos de la época. Hoy en día, hay disponibles infinidad de patrones y motivos, de modo que todos podemos diseñar nuestros interiores según nuestras preferencias.

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Animales en el papel pintado

En términos de diseño de paredes, los animales desempeñaron un papel significativo durante mucho tiempo. Aunque fueron temporalmente menos populares, ahora están reclamando su merecido protagonismo en el mundo de los papeles pintados. Sin embargo, los motivos han cambiado de algún modo. Donde una vez hubo representaciones a gran escala de animales, el énfasis ahora está puesto en los detalles. Los mamíferos de gran tamaño en las paredes son cosa del pasado. En su lugar, el ojo se ve atraído por conejitos saltando a través de las paredes, o gatitos que prestan un aire jovial a cualquier habitación. Cuanto más delicado y complejo, mejor. Los pajaritos con plumaje de colores vivos crean sensación de ligereza. Con una exhibición alegre de mariposas coloridas, comenzamos el día soñando. Algunos papeles pintados solo contienen un detalle animal, como por ejemplo unas impresionantes plumas de pavo real. Le dan un toque romántico a las paredes. Pero los papeles pintados de animales no son sólo para adultos. A los niños también les fascina tener encantadores compañeros de juegos en sus paredes. Los monos, zorros o elefantes son buenos ejemplos. Y el papel pintado con ballenas o criaturas del bosque, la imaginación de los niños les permite sumergirse en el mar o explorar un bosque mágico.

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